Maitencillo, un tubo de acero metido en la tierra y la furia de la naturaleza.
El 15 de agosto de 1997 un fuerte temporal azotó el Valle del Huasco. Las ciudades de Freirina y Huasco quedaron aisladas totalmente, inclusive una de otra, por la fuerza de las lluvias que se llevaron carretera, arboles, lineas ferreas, casas, vehículos y lamentablemente Vidas. Las cuales fueron a parar a Huasco.
El ancho del valle del Huasco no dio a basto con tanta agua, el flujo cubria de extremo a extremo por ejemplo en Tatara el agua llegaba casi a la carretera c46.
En Maitencillo se produjo uno de los grandes efectos de este, donde un gran espacio de la ruta C – 46, que une las tres comunas de la provincia fue sacado sin posibilidad de reconstruir, además del puente ferroviario de esta antigua estación, se vieron arrancados totalmente, provocando este, un atasco de personas y vehículos en uno u otro lado, además de la bajada de la quebrada Maitencillo que arrasó con la escuela antigua de la localidad y un templo de la Iglesia Evangélica, ambos ubicados en la parte baja de este tradicional sector de Freirina.
Solo en este sector, la calzada y en especial los rieles fueron arrasados y doblados como hoja de papel por la furia de las aguas y el sedimento. Muchos de estos fueron a parar kilometros mas abajo.
En Quebrada Honda también fue arrasada la carretera c-46 dividiendo en dos la calzada imposibilitando el acceso durante varias semanas. Lo mismo se vivió en Agua salada, Tatara, la quebrada del negro y el acceso a Huasco puerto.