Principales alcances de la ley sobre convivencia, buen trato y bienestar de las comunidades educativas

  • Jornada liderada por Seremi de Educación se lleva a cabo en la provincia del Huasco

Con la participación de representantes de diversos establecimientos educacionales de la provincia del Huasco, se lleva a cabo jornada informativa que trata los temas relacionados con la ley de convivencia escolar, en el país.


Actividad a cargo del equipo profesional de convivencia escolar de la Secretaría Regional Ministerial de Educación en Atacama. El acto inaugural contó además con la presencia de la Delegada Presidencial, Karina Zarate junto al Seremi de Educación, Pablo Selles, además de la representante de la División de Educación General del Ministerio de Educación, Karla Retamal.


En la oportunidad, Karina Zarate, manifestó la relevancia que el gobierno le ha asignado a estos temas, “Iniciativa sobre la cual hemos venido trabajando con especial atención desde el nivel regional y provincial y que reviste un trabajo en conjunto con las comunidades educativas, porque esto no se construye solo, tenemos que actualizar los planes y programas existentes en coordinación con las iniciativas y acciones que se llevan a cabo en el territorio”.


A través del proyecto de Ley sobre Convivencia, Buen trato y Bienestar de las comunidades educativas se busca fortalecer el rol del Estado, la coordinación y el enfoque pedagógico, estableciendo medidas concretas para garantizar el respeto y la dignidad de todas y todos.


La política nacional de Convivencia Educativa (PNCE) 2024 -2030 es un marco orientador para todos los niveles, modalidades y contextos educativos, que busca promover la reflexión y el diálogo sobre las maneras de relacionarse cotidianamente entre quienes forman parte de una comunidad educativa.


Mediante esta política el Ministerio de Educación busca crear las condiciones para que niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos aprendan a convivir cada vez mejor, que aspiren a comprender y construir la convivencia no solo desde el cumplimiento formal de los instrumentos relacionados con ella, sino desde la capacidad de mirar a cada persona como sujeto de derechos partícipes de la configuración cotidiana de la convivencia educativa, enfatizando su sentido formativo.