Acreditan a nuevos aplicadores de plaguicidas regionales
Más de 70 personas en la región han sido acreditadas este año como aplicadores de plaguicidas reconocidos por el SAG, luego de haber aprobado el curso respectivo dictado por un organismo competente y obtenido la credencial que entrega el Servicio.
Los aplicadores/as, agricultores y trabajadores pertenecientes a diversos establecimientos agrícolas de las provincias de Copiapó y Huasco, están capacitados para hacer un adecuado y seguro manejo de agro fertilizantes, resguardando tanto la salud de las personas como la protección del medio ambiente.
Los nuevos operarios cursaron una capacitación de 30 horas cronológicas (teóricas y prácticas), que contempló aspectos tales como la legislación vigente sobre el uso de agro químicos, toxicología de los productos, manejo de envases, uso de equipos de aplicación, prevención de riesgos y protección personal; todos temas impartidos por relatores aprobados por el SAG y con experiencia en la materia.
Al respecto, Mei Maggi, encargada regional de Protección Agrícola y Forestal del SAG, señaló que “las certificaciones de aplicadores permiten a estos conocer los riesgos inherentes del uso de plaguicidas, tales como intoxicaciones, contaminación de alimentos o de aguas. Así mismo, entregan una competencia laboral importante que enriquece el currículum de quienes optan por realizar el curso”.
Maggi hizo un llamado a quienes utilicen plaguicidas en la región a capacitarse, de manera de superar las brechas que existen al respecto, y contribuir al desarrollo de una agricultura responsable.
Los cursos de aplicadores son apoyados por el SENCE y cuentan con franquicia tributaria. Los requisitos para cursarlos son saber leer y escribir, ser mayor de edad y tener salud compatible con la ocupación. Una vez aprobado el curso, el SAG hace entrega de una credencial que certifica las competencias del operario.
Cabe destacar, que desde 2002 a la fecha se han acreditado más de 2 mil 300 usuarios de pesticidas en la región de Atacama.
La Ley 3557 de Protección Agrícola, fiscalizada por el SAG, obliga a los usuarios de agroquímicos a dar cumplimiento a lo que recomienda la etiqueta del envase de un plaguicida (cultivo, dosis, carencia, protección personal, etc.). El SAG tiene la facultad de fiscalizar la fabricación, importación, distribución, venta y aplicación de plaguicidas, además de fijar procedimientos y sanciones.