Concejala de Freirina confirma que el mal olor que se siente en Chillán es de cerdo

El problema medioambiental que vive la comuna de Chillán Viejo todos los veranos asoma en la intercomuna: lo hace de noche, y con un hedor que tiene sus sospechas de origen en la comuna histórica en dos fuentes: la planta de aguas servidas de Essbio y los planteles porcinos de Friosa.

Los vecinos de la comuna se han quejado formalmente por lo malos olores, notorios sobre todo pasadas las 21.00 horas. Y ante ello, la Autoridad Sanitaria confirmó hace unas semanas que están abiertos sumarios sanitarios contra la empresa, debido a esos episodios.

Un nuevo y curioso antecedente se sumó al análisis de este problema. El concejal de Chillán Viejo, Jorge del Pozo (PRSD), publicó el martes pasado en su red social de Twitter el siguiente mensaje: “Concejales de Freirina  pasaron por Chillán y me indican que les llamó la atención el fuerte olor a chancho que sintieron anoche”.

Lo sorpresivo es que las quejas por malos olores nacieron en el centro de Chillán, no en la comuna histórica, donde se ubica la planta de Friosa. Los concejales Maritza Gallardo, Nicolás Gallardo y Luis Araya realizaron el comentario, tras pasar unos días en la ciudad. Punto relevante, ya que la comuna de Freirina vivió una emergencia sanitaria por el cierre de una planta de cerdos de Agrosuper, que antes de bajar sus puertas generaba emanaciones de malos olores que detonaron una molestia ciudadana que incluso llegó a la violencia.

“Hice ese comentario porque fortuitamente nos sentamos junto a Jorge del Pozo en la hora de almuerzo. Se tocó el tema, porque somos de Freirina, y comentamos que sentimos un olor muy similar al de Freirina, y le hicimos la consulta si había alguna empresa que estuviera trabajando, porque era un olor muy similar a Freirina”, precisó Maritza Gallardo.

Agregó que el tema es para preocuparse en Chillán, ya que “en nuestra experiencia, en Freirina no se estaba cumpliendo con lo que correspondía, y es la razón por la cual la empresa tuvo que salir, pese a que había una inversión de 500  millones de dólares”.

Además, comentó su preocupación “especialmente en lo que respecta a la salud, porque ¿quien quiere vivir con esos olores? Sobre  todo en plena ciudad. Habría que ver si ellos (empresa en Chillán Viejo) están cumpliendo con la normativa vigente en cuanto a los olores”.

Para Maritza, “habría que ver por qué  se siente el olor tan fuerte, si se cumplen las normas y quienes son lo que fiscalizan. Me interesa porque nosotros estamos  con una buena calidad del aire ahora, y Chillán también debería tenerla. No crean  que esto es normal y que pertenece al paisaje urbano normal, porque no es así. Si no hay mitigación, fiscalización, algo tiene que hacerse al respecto”.