Miles de personas participan de la tradicional Procesión de las Candelas
Monseñor Celestino Aós explicó el sentido de una celebración dedicada a Jesús como Luz del mundo, y a la Madre de la Luz, la Candelaria. Dijo en su predicación que «todo tiene que estar iluminado por Jesucristo», e invitó a los devotos reunidos en el patio del Santuario, «a los pies de la Virgen Candelaria vamos a pedir para que Jesucristo sea la luz que ilumine nuestras vidas, presentarles nuestras familias y pasearla por las calles para presentarle nuestra convivencia ciudadana, para que también esté iluminada por los valores del evangelio, de justicia, honradez, respeto a la vida desde su concepción hasta su ultimo momento de existencia humana; por los ancianos y enfermos que encontraremos a nuestro paso, y para que podamos iluminar a tantas hermanas y hermanos que andan en las tinieblas porque no tienen la luz de la fe».
Después de la procesión, los miles de fieles regresaron al Santuario para esperar la medianoche. En ese momento se ubicó en el altar la imagen histórica de La Candelaria, escoltada por los bailes. Con el inicio del nuevo día, tuvo lugar el saludo del Obispo, del rector del Santuario, del jefe general de bailes, y el acostumbrado esquinazo ofrecido por el club de cueca.
“La familia se hace viviendo el amor”
Más temprano en el Santuario se desarrolló la novena, presidida por el Obispo. En su catequesis, don Celestino dijo que “la familia no está únicamente basada en los lazos de la sangre, hace falta querer ser familia”. El Pastor expresó que “la familia se hace viviendo el amor, ese amor que cuida, que ayuda, que levanta; en la familia conocemos los errores, los miedos, las caídas y no estamos ahí para humillar o censurar sino para apoyar. ¿Cómo seremos luz?, – se preguntó.- Viviendo la vida con esta transparencia y profundidad, porque nuestras familias están basadas en Dios”. Indicó que aunque haya incomprensión, “debemos escucharnos y respetarnos, aconsejar al que se equivoca, y rezar por ellos, y de esa manera, seremos luz dentro de la familia, y la familia será luz para los demás. A eso nos invita el evangelio”.
Vivir la misericordia
Después de la novena, el rector del Santuario, P. Francisco Javier Medina celebró la eucaristía. En su prédica, el sacerdote manifestó que “la rutina es enemiga del amor y nos impide reconocer la voz de Dios en los pequeños signos cotidianos de su presencia, en la casa, en la parroquia, en la feria, en el supermercado”. También hizo un llamado “a vivir la misericordia desde lo profundo del corazón, primero pedir al Padre su misericordia sobre nuestra fragilidad, y también ser misericordiosos con la gente que nos necesita”. El P. Francisco Javier también invitó a orar “por tantos hombres y mujeres que sufren las consecuencias de los incendios y los que han muerto por servir”, y a los damnificados de Chollay, e instó a colaborar “dando nuestro aporte para que puedan sobrevivir dignamente”.