Obispo Aós rechaza que se juegue Pokémon GO en las iglesias

Referencial Elpais.com Obispo Aós rechaza que se juegue Pokémon GO en las iglesiasDurante estos días, Copiapó se ha convertido en escenario de «batallas», largos recorridos y la concentración de personas en aquellos lugares donde no era usual. Esto debido a la llamada «fiebre» por el juego Pokémon GO, que desde la semana pasada tiene a miles de «aspirantes a maestros» intentando capturar las criaturas de esta serie, que fue popular hace varios años.

En la capital regional, hay sectores que son considerados claves para los jugadores. Uno de estos es Avenida Los Carrera donde convergen un «gimnasio» ubicado en el sector conocido llamado Monumento a la Virgen de La Candelaria frente al Santuario Nuestra Señora de La Candelaria y dos «poképaradas» una en el sector de la capilla más pequeña del recinto y otra en el sitio de la nave principal.

Para los jugadores es una parada casi obligada por sus atributos. Por ello durante día y noche, especialmente el fin de semana pasado, ha llegado un número mayor a lo usual.

Otro sitio vinculado es la Iglesia Catedral, que también es una «poképarada».

Ante esto la pregunta que surge es qué piensan las autoridades eclesiásticas y personas vinculadas a la fe, las que dejaron en claro su posición.

Opinión

El obispo de la diócesis de Copiapó Celestino Aós, consultado por el hecho que la gente asista a jugar Pokémon GO a estos lugares de peregrinación, dijo que «a mí me parece que hay lugares que están destinados para cada cosa, hay recintos deportivos, hay salas de juegos, hay plazas y hay lugares que los ciudadanos de una creencia se reservan para el culto. Me parece que un lugar de culto no es un lugar para ir a jugar, me parece que merecemos un respeto».

Añadió que «Chile es muy grande y nosotros tenemos un desierto también amplio y muy hermoso, con los bosques y las quebradas y también la ciudad misma como para poder utilizar estos lugares de culto y de oración y un poco crear la molestia. El que va a jugar va a jugar y el que va a rezar tampoco tiene mucho interés en que lo estén molestando».

En relación a que el juego está diseñado para que las mascotas virtuales aparezcan en lugares de interés así como patrimoniales, el religioso indicó que «nosotros las iglesias las tenemos abiertas para rezar, para orar». Agregó que «entiendo que puede ser patrimonial La Moneda, pero no me imagino que vayan a La Moneda y entren a la Plaza de Los Naranjos o pretendan entrar al salón de la señora Presidenta porque van a jugar. Una cosa es lo patrimonial que pueden tener sus lugares y sus horas y otra cosa es que ya que al amparo de que es una cosa cultural pasemos a llevar todos los otros derechos».

Consultado en relación a que si eventualmente el juego podría atraer a jóvenes que se interesaran por la iglesia, Aós comentó que «nosotros no utilizamos ese juego como un elemento de atracción para acercarlos a Jesucristo».

Comentó que está bien que los jugadores se reúnan en la Plaza de Armas, que queda al frente de la Catedral, «pero no veo que tengan que acercarse o que necesiten la Catedral o que necesiten la capilla Candelaria. Creo que hay espacio para las dos actividades y que lo que es religioso o de culto lo respetamos porque es así y lo que es también para ocio, para el juego, para la legítima diversión, pues también lo respetamos y lo utilizamos».

Respecto al Santuario de La Candelaria, dijo que «en cuanto a ese espacio exterior es utilizado para el culto sobre todo en este año de la misericordia para las procesiones y todo. Además queremos y tenemos derecho a que eso se reserve».

Pastoral juvenil

En La Candelaria trabajan voluntarios en la Pastoral Juvenil como Alejandra Cortés, quien comentó que muchas personas han llegado a buscar «criaturas». «Encuentro que es una falta de respeto que entren a buscar pokémon, no es como un lugar para venir a jugar, no me parece».

Marcelo Godoy es otro de los voluntarios, quien coincide que el ingreso para realizar esta actividad «es una falta de respeto» y rechazó que lleguen a jugar. «Si vienen a escuchar la palabra y todo, ni un problema esto es un lugar santo, entonces eso (el juego) provoca mucha molestia».

En tanto Francisco Medina, sacerdote rector de La Candelaria, dijo que «yo no puedo evaluar algo que yo no creé, que yo no espero».

Jugadores

Macarena Castro de 22 años es una de las jugadoras que llega a La Candelaria para atrapar pokemones. Según comentó «el juego es bien didáctico, porque te obliga a salir de la casa y acaba con el tema del sedentarismo en cuanto a los gamers, que tenemos que obligatoriamente salir a caminar y a buscar cosas (…) yo soy atea pero estoy en la iglesia solo por el juego».

Nicolás Alcayaga (27) sostuvo que «creo que lo que les molesta es que muchas personas llegan y se estacionan adentro. Ahora creo que no hay necesidad de entrar porque (el juego) te pesca acá afuera (…) No sé por qué le ponen tanta cuática (sic), acá no he visto entrando a la iglesia a la capilla».

Kevin Quitral (20) también comentó acerca del juego y del hecho que las «poképaradas» se encuentren en lugares de interés patrimonial como museos e iglesias. «Creo que más que nada es por el juego. No hay mucho interés, hay que pensar que estos lugares antes del juego tenían poca gente y ahora por el juego se reúne más gente».

El joven Salomón Barraza (29) comentó que «lamentablemente el juego se programó en sitios patrimoniales donde se encuentran más beneficios y por la noche salen mejores pokemones. Por eso siempre vas a encontrar en estos lugares como la iglesias más jugadores».

«Me parece que un lugar de culto no es un lugar para ir a jugar, me parece que merecemos un respeto».

Celestino Aós, Obispo de Copiapó»

DICCIONARIO «POKÉMON»

Pokebolas: Usadas para arrojarlas sobre los pokémon y atraparlos.

Gimnasios: Espacios donde el pokémon lucha contra sus oponentes.

Poképaradas: Lugares que aparecen en la ruta en la que los jugadores pueden abastecerse de nuevas pokébolas.

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