Poema de Atacama, la obra que invita a pensar la región desde la poesía, el sonido y la botánica

Durante el mes de julio el Cecrea de Vallenar y el Centro Cultural Atacama en Copiapó, albergarán la obra “Poema de Atacama”, trabajo compuesto por una instalación multidisciplinaria más un libro del artista sonoro y escritor Daniel Jesús Ramírez y la poeta Eliana Hertstein, del colectivo Familia Runrún, que propone un ejercicio creativo que cruza el lenguaje del ensayo, la poesía, el arte sonoro y la botánica.

¿Qué es el desierto? ¿Solo un espejismo mineral que aparenta estar vacío de todo? ¿O es también un espacio capaz de albergar otras formas de vida? Son algunas interrogantes que motivaron la creación de esta obra que busca promover el ejercicio crítico sobre la forma en que habitamos el territorio, espacio que compartimos no solo entre personas, sino también con muchos otros seres vivos. Es un trabajo abierto, en definitiva, que más que proponer respuestas absolutas, invita a pensar y a hacernos preguntas sobre el lugar en el que vivimos y el modo de habitarlo por medio de las artes y la botánica.

El libro está compuesto por un ensayo y siete poemas que aportan el marco conceptual o el cimiento filosófico de la obra. La instalación, a su vez, está diseñada en base a los siete poemas del libro expuestos a escala en base a pigmentos minerales más un dispositivo sonoro creado a partir de agua, tierra, relave y brotes de bosque espinoso cuidadosamente germinados. Todos materiales recogidos en viajes exploratorios por la región.

La obra, así, nos propone un viaje poético y reflexivo por Atacama, aparente espacio baldío compuesto por valles transversales encajonados por los que corren aguas vitales de cordillera a mar. Flujos como un gran relato que permite la vida de muchas especies de flora, fauna y población humana. Biodiversidad que resiste año a año la minería extractivista que estresa y contamina el recurso hídrico, poniendo en peligro su existencia y, con él, todo lo que alimenta, desde chañares, algarrobos y espinos a zorros culpeos, guanacos, taguas, flamencos y comunidades de personas que han hecho de estas tierras su hábitat desde antaño.

“Es un intento por encontrar el poema más allá del papel. Hemos recorrido quebradas, majadas, piques mineros, zonas agrícolas, caletas, playas y ciudades, para volver a pensar sus características naturales y culturales con la tarea de crear una obra, no a modo de oda, sino como ejercicio crítico motivado por la observación, reinterpretando y resignificando momentos, ideas y memorias albergadas en la trashumancia colectiva, desde relatos que nos han contado aquellos seres que hemos conocido a cosas que nos ha tocado presenciar en primera persona”, comenta Daniel Jesús Ramírez, uno de los autores.

INVITACIÓN

Por su parte, Carolina Armenakis Daher, Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Atacama, invitó a la comunidad a presenciar la instalación de la obra en Vallenar y Copiapó, destacando la iniciativa. “Este es un proyecto que agrupa varias disciplinas de las artes, y que tiene un componente que permite al público, sobre todo a niños, niñas y jóvenes, sumergirse en nuestro territorio y poner en valor el patrimonio natural regional, por lo que les invitamos a asistir a estas exposiciones que empiezan en nuestro Cecrea y finalizan en el Centro Cultural Atacama”.

El primer ciclo de exhibición de este trabajo, financiado por el Fondart Regional Atacama 2023 del Ministerio de las Culturas, Artes y Patrimonio, se estrena el próximo lunes 08 de julio, a las 12:00 horas, en el Crecrea de la ciudad de Vallenar (Tuna #2051). Exposición posible de apreciar hasta el 13 de julio, de 09:00 a 18:00 horas.

Luego, es el turno de Copiapó, cuyo estreno está programado para el 17 de julio, a las 19:00 horas, en el Centro Cultural Atacama de la Municipalidad de Copiapó (Alameda #260). Muestra que estará disponible hasta el 31 de julio, con horario de visita de las 09:00 a las 20:00 horas.

“Quienes vivan la experiencia de Poema de Atacama, se van a encontrar con una muestra viva, en resistencia y constante movimiento, que nos invita a hacer una pausa para contemplar y hacernos preguntas en una época con temor al disenso. Es poesía a gran escala, arte sonoro y botánica conviviendo en tensión en un mismo espacio con el objetivo de hacernos pensar el territorio que habitamos en una época en que más que conocer en profundidad las cosas, nos informamos de pasada solamente”, finalizan los autores.