SAG inicia labores de certificación de uva de mesa regional enviada al extranjero
Recursos especiales y personal adicional en terreno está desplegando el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, ante la partida de la temporada de cosecha de uva de mesa de exportación en nuestro territorio, iniciada hace pocos días, de manera de certificar la condición fitosanitaria de la fruta local que sale a distintos mercados, de acuerdo a las diversas exigencias de los países de destino.
Los funcionarios dedicados a estas tareas, ingenieros agrónomos y técnicos agrícolas, están presentes en todos los frigoríficos que procesan fruta en la región, inspeccionando o fumigando especialmente uva de mesa, el principal rubro frutícola regional. También estarán apostados en los puertos de salida regionales, en Caldera y Huasco, lugares donde verifican documental y físicamente la llegada de la fruta y supervisan su carga en los barcos, entregando el correspondiente certificado sanitario.
Son cerca de 13 millones de cajas de uva las que se esperan salgan en la temporada regional 2013-2014 hacia diversos continentes, cerca de un 60 por ciento de los envíos tendrán como destino el mercado de Estados Unidos.
De acuerdo al director regional del SAG, Eduardo Monreal, quien estuvo presente en el inicio de cosecha de la agrícola Tres Soles, perteneciente al productor y exportador local Alfonso Prohens, “la uva de mesa de la zona es de alta calidad, como todas las temporadas, estos valles son bastantes sanos, tienen un clima privilegiado para producir las cantidades y calidad que requieren los principales mercados”.
Para el SAG, agregó Monreal, reviste especial importancia continuar con los avances en materia de control de la polilla del racimo de la vid (Lobesia botrana), plaga que está en fase de erradicación en Atacama y Coquimbo, lo que permitiría que la producción local cuente con ventajas comparativas respecto a la producción del resto del país.
Por su parte, Prohens señaló que en esta temporada están atentos a todas las exigencias de los 16 países a los que envían uva, mercados que tienen diversos niveles de requisitos de entrada. En su opinión, “el SAG cumple un papel fundamental en el cumplimiento del trabajo que nosotros hacemos”, indicó, mencionando que antes de exportar el organismo aprueba la sanidad de la producción, lo que es “una tranquilidad para nosotros como productores de que nuestra fruta cumple todos los estándares en cuanto a residuos de plaguicidas, y para la ciudadanía que consume también”.